Seguidores

sábado, 11 de junio de 2016

Mi primera experiencia con esclerosis múltiple sin saberlo parte 2

Hola otra vez!

Hoy voy a continuar contando mis primeras experiencias con la esclerosis múltiple.
Después de la primera noche en la planta 6ª del Gregorio Marañón, cuando me desperté por el ruido de enfermeras y el trajín diario de un hospital, volví a la realidad, al seguir sin saber lo que me pasaba. 
Cuándo pasaron los médicos, cómo 10 personas entre médicos y estudiantes, me repitieron entre unos y otros las pruebas del día anterior, me comentaron que efectivamente tenía menos sensibilidad y menos fuerza en el lado derecho de mi cuerpo, que se trataría con corticoides seguramente, pero que no podían ponerme aún ningún tratamiento porque tenían que hacerme pruebas para ver el porque de esos síntomas, y si me ponían tratamiento falsificaría las pruebas, me dijeron que me tomarían la tensión y la temperatura todos los días varias veces al día y que estaba en lista de espera preferente para una resonancia de la cabeza , revisiones de la vista con un fondo de ojos y una prueba que ahora mismo no recuerdo su nombre. Pasaban los días y no me llamaban para ninguna prueba, pasaban los doctores por las mañanas y confirmábamos los síntomas. Cuando me llamaron para la primera prueba, sentí miedo, no sabía a donde me llevaban ni en que consistía la prueba. Me llevaron en silla de ruedas hasta una sala con una camilla, un monitor y una mesa con ordenador, dónde estaban sentadas una doctora y una enfermera, me pidieron que me sentase en la camilla y  la enfermera comenzó a clavarme una especie como de agujitas muy finas por toda la columna, flexura de codos y rodillas y la cabeza, era bastante molesto, sobre todo cuando me pidió que me tumbase boca arriba y tenia toda la columna llena de esas agujitas, molestaban bastante, pero cuando empezaron como a darme descargas fue peor, al principio no tanto porque fue en la pierna derecha, y gracias a la falta de sensibilidad lo notaba bastante flojo, pero cuando pasaron a la pierna izquierda era prácticamente insoportable, me pedían que no me moviese, pero cada vez que se movía mi pierna era por un movimiento involuntario, yo no lo controlaba.
Después de esta experiencia le cogí miedo a las pruebas, temía que me llamasen para lo que quedaba.

Cada vez me acostumbraba un poco mas al hospital, en la habitación que yo estaba era de tres camas, a mi me tocó la del medio, cuando llegue la cama de mi izquierda estaba vacía y en la de la derecha había una señora mayor a la que le había dado un ictus y había estado fatal, pero estaba recuperándose bastante bien, lo malo es que no hablaba nada de nada. Venían sus hijas a verla y cuidarla todos los días y yo también hablaba con ellas.

A los pocos días ingreso una mujer de unos treinta y pocos años en la cama de mi izquierda, era Española pero vivía en otro país, ya no recuerdo el nombre pero se que era un país del norte de Europa, estaba de vacaciones en Madrid para visitar a su familia y llevaba todo el día que no veía casi nada por un ojo, lo veía como borroso y se le cansaba mucho la vista si leía. ahora se que seguramente también tuviese esclerosis múltiple, pero entonces no sabíamos nada, solo que nos hacían las mismas pruebas y que a ella al final la mandaron al país donde vivía a terminar el estudio para que la siguiesen allí.

Otro día me hicieron la revisión de la vista, súper incomodo, un escozor horrible, encima yo al tener los ojos claros tengo sensibilidad a la luz y después de dilatarme las pupilas me miraron con una luz que me producía un dolor muy punzante.
a pesar de estas pruebas la doctora no especificaba nada, solo que había que esperar las demás pruebas.

Recuerdo mi primera resonancia, fue horrible, yo no soy claustrofóbica pero me agobie muchísimo, y los ruidos no ayudaban nada, conseguí aguantar todo el tiempo gracias a que me iban hablando durante la prueba, cuando terminó me subieron a planta y al día siguiente me comunicaron que había que repetir, pero en esta ocasión en vez de ser de cabeza seria de la columna, por un lado me agobie un poco, pero como ya sabia de que iba podría llevarlo mejor, pero no fue así para nada, era diferente, me tenían que poner unos pesos en el pecho para que la columna quedase recta y totalmente apoyada en la cama, tenia una sensación como de ahogo todo el rato y al no poderme mover absolutamente nada me agobiaba más, pero volví a aguantar todo el tiempo.

A los dos días, me dijeron que había que hacer una prueba más, lo cual no me esperaba. Me dijeron que había que hacer una punción lumbar, dado a mi miedo a las agujas y pruebas, me sonaba fatal, me explicaron que me la realizarían al día siguiente a primera hora, según me contaron "solo" consistía (solo....a mi me sonaba a terrible) había que poner anestesia e introducir una aguja entre dos vertebras para extraer una muestra de líquido cefalorraquídeo, a mi me sonaba todo rarísimo y muy doloroso, pase todo el día muy nerviosa y pese a llevar muchos días durmiendo sola, mi madre decidió quedarse para hacerme compañía y estar allí conmigo para la prueba del día siguiente.

He de contar que Rubén venía todos los día y me traía gazpacho casero de su madre, eso ayudaba mucho, porque la comida del hospital no es que fuese el mejor de los manjares, también recuerdo que vino mi amigo Antonio y mucha mas gente.

Pasé toda la noche charlando con mi madre, ella intentando tranquilizarme, dándome la mano en todo momento, por la mañana estaba en tensión y pendiente de que viniesen a por mi, pero primero pasaban los desayunos (yo estaba en ayunas por la anestesia), y los médicos tenían que hacer las visitas. Se me hizo eterno, al fin vino la doctora con 3 chicas mas (parecían estudiantes) y me dijo que esa prueba se realizaba en la habitación, cerraron las cortinas y salio todo el mundo, cada vez estaba mas nerviosa, me puse a llorar de los nervios y una de las doctoras me miraba y con voz temblorosa la pedí, que si por favor podía darme la mano, me colocaron en posición fetal y me colocaron una sabana verde con una pequeña abertura encima, me embadurnaron de betadine y me pidieron que estuviese muy quieta, pedí que me avisasen en el momento de pinchar, para que no me asustase y diese un respingo. Me molestó bastante pero pasó. Me dijeron que tenia que estar en posición totalmente horizontal 24h y beber coca-cola normal, después me darían el alta, pasó una enfermera a tomarme una muestra de sangre arterial y una muestra de glucosa y de paso me dejo puesto un gotero con la primera dosis de corticoides.
Al día siguiente me dijeron que me daban el alta, que tenía que ir reduciendo la dosis de corticoides en casa, pero en pastillas y que no me preocupase que probablemente habría sido algo puntual. Me dieron el volante y me citaron entres meses en consulta de neurología. Por fin después de casi un mes en el hospital podría irme a casa.

Si lo has leído hasta aquí por favor deja un comentario comentando que te ha parecido o comentando alguna duda o pregunta.
Muchas gracias por dedicar un ratito a leer esto.

Laura Owl 




4 comentarios:

  1. Yo sé que apenas puedo ayudarte o darte consejos, pero me encanta leerte !!! Aunque la historia ya la se, escribes genial mi niña !!

    ResponderEliminar
  2. Bueno, la comprensión también ayuda mucho!
    Gracias Criis!!

    ResponderEliminar
  3. Es muy interesante y te expresas genial :)

    ResponderEliminar
  4. Muchas Gracias Noelia!! =)
    Espero que te sigan gustando las siguientes y próximas entradas!!

    ResponderEliminar